14 febrero 2007

Hiroshima y Nagasaki, lo nunca visto

En un blog de nuevo descubrimiento para mí, Fogonazos, hay un amplio artículo bien documentado sobre todo lo que no ha llegado a los medios de comunicación masivos sobre los desastres de Hiroshima y Nagasaki.

Recordemos un poco de historia.

La Segunda Guerra Mundial estaba devastando la mayor parte del "primer" mundo. Tras seis años de guerra ininterrumpida, reveses y bajas millonarias en ambos bandos, el verano de 1945 nació dolido pero con esperanza. La Conferencia de Yalta, en febrero, reunió a los líderes aliados y fijó las bases, en el comienzo de la postguerra, de lo que serían las Naciones Unidas. Hitler se suicidaría el 30 de abril, abandonando a las pocas tropas que le quedaban bajo el yugo del martillo comunista de Stalin en el frente del este. Potsdam acogió el reparto de las migajas alemanas para los vencedores. Japón continuaba resistiéndose tras la ruptura del eje de acero entre Berlín y Roma. Caídos y muertos, los líderes del fascismo no podían apoyar a una nación que se resistía a asumir su derrota.

Y así llego el seis de agosto de 1945. Un sol de justicia, calor y temperaturas elevadas fueron el clima anunciado por los meteorólogos japoneses aquella mañana. A las 8.15, todo se precipitó. La estratagema americana consistente en enviar varios aviones antes que el Enola Gay dio resultado; engañó a las autoridades japonesas al suponerlos meros reconocimientos aereos y esto causó que no se pidiera a la población el ingreso en los refugios antiaereos. Quién sabe si se hubieran podido salvar más vidas.

A 580 metros de altura, sobre Hiroshima, cayó la primera bomba de aquel horrible día. 12.500 toneladas de trinitrotolueno fue la potencia de aquel asesino químico. Gente pulverizada, una onda expansiva de 6000º de calor barrió los kilómetros circundantes a la ciudad, carbonizando todo cuanto se encontraba a su paso. La lluvia radiactiva amplió más si cabe la destrucción que la población civil sufrió en aquella ciudad. En menos de dos horas, se calcula que pudieron morir casi 200.000 personas y que el 80% de la ciudad no era más que polvo.

El nueve de agosto, Nagasaki corrió la misma suerte. El artículo de Fogonazos muestra el horror de la masacre cometida por quienes ahora se erigen como líderes del mundo libre. Si yo perteneciera a un país que hubiera cometido tal barbarie (y no es que esté precisamente orgullosa de todo lo que se ha hecho aquí), me convertiría en apátrida.

Lo encontré en Fogonazos; ampliado en Rebelión, Wikipedia.

1 comentario:

Anónimo dijo...

De no haberse lanzado las bombas atómicas, ya había planes aliados para una invasión total del Japón.
Los bombardeos con bombas convencionales sobre ciudades japonesas eran continuos, los bombarderos aliados estaban muy cerca de las islas y practicamente eran diarios causando más victimas que las propias bombas atómicas. El pueblo japones es conocido por su orgullo y nunca permitirían ver a su Emperador bajo el yugo aliado (te recuerdo que la única condición japonesa para rendirse era que su emperador era intocable) con lo cual la lucha hubiera sido aún más cruel y posiblemente las victimas serían no miles sino millones. No justifico las bombas atómicas de ningún modo, pero tal vez y solo digo tal vez ya que parece que la solución dialogada no tenía efecto, las bombas atómicas dado su poder devastador fueran el mal menor, sobre todo para los americanos si hubieran invadido Japon sus victimas tambien serían muy numerosas.
Las bombas atómicas tambien "sirvieron" para avisar al futuro enemigo en ciernes "el comunismo" el amigo Stalin podía tener la tentación de seguir invadiendo más alla de Berlín, aprovechando la delicada situación aliada en Europa.
Con los americanos centrados en el frente de Japón Europa quedaba a merced de Stalin.
Repito no justifico las bombas atómicas sobre Japón pero a mi enteder hicieron que la guerra acabara, y empezara la "Guerra Fria"...