22 diciembre 2006

Tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta tonta

No estás y la mañana se hace larga. Me dedico a llenarte el buzón de emails de tres frases porque mi inspiración concluye con un punto y seguido antes que de costumbre. No te llamo porque me da miedo que la voz no abandone mi imaginación y sólo ahí sea capaz de decirte todo lo que revolotea en mis entrañas y se desliza por mis venas. Alterno reproches con absurdos, y contribuyo a que mi vida siga siendo un grotesco cuento sin moraleja a medio terminar, a que yo misma sea un personaje desdibujado por una pluma poco decidida, a que mi carácter no termine de fraguar y flaquee entre la indiferencia y el desconcierto.

Escribo frases demasiado inteligentes y demasiado absurdas, complicadas, nacen en una fuente de la que yo sólo bebo a sorbos y caen aquí, vaporosas, intentando descifrarte lo que hay dentro de mí pero sólo logrando encriptar aun más lo que ni yo misma soy capaz de entender. Demasiado compleja, demasiado indecisa, demasiado dejada, quizá. Mi propio abandono afecta a cuanto me rodea, me dejo llevar por la inercia vital, mañana tarde noche, sin más ambición conocida o deseo inherente. Pero no consigo que me entiendas, no me explico y no sé hacerlo, y para bucear en mi interior necesitas una pequeña abertura por la que entrar y que ahora está sellada. Pero sé que no puedo salir de aquí, no puedo escapar de mí misma si tú no me ayudas. Aunque ya dudo que quieras.

21 diciembre 2006

¿Sabías que...


...durante el rodaje de Cleopatra, dirigida en 1963 por Joseph L. Mankiewicz, el grupo de extras femeninos que ejercían como sirvientas de la faraona pidieron protección a la productora, quejándose de que los extras italianos que hacían de soldados romanos tenían las manos muy largas y cierta afición por los traseros de las actrices.

Desaparezco.

Me abstraigo del resto del mundo para con el que no tengo obligaciones. Porque estoy agotada de toda la mierda que me está salpicando esta semana, de todas las cruzadas en las que me embarco por palabra ajena y que termino haciendo mías.

Desaparezco del resto del mundo porque necesito estar sola.

20 diciembre 2006

Ains, Asuka es la mejor...

Y otra pequeña joya, en la que se superponen imágenes originales de la realización de una posible película real, con una banda sonora de excepción.

La mejor escena de anime de la historia. ¡Asuka rules!

Desde luego, la sección de clasificados es toda una mina...

Conejo muy cariñoso

Esto lo anuncian como un apartamento amueblado de lujo, con 35 m2 y pidiendo 480€/mes...

http://clasificados.20minutos.es/view/6094984.htm?caller=pvl_s&l=1&c=1&city=0

The last kiss I'll cherish,
until we meet again.


Pink

Según los señores de los sillones de letras, esta vez toca la s:

Sacrificio.
(Del lat. sacrificĭum).
1. m. Ofrenda a una deidad en señal de homenaje o expiación.
2. m. Acto del sacerdote al ofrecer en la misa el cuerpo de Cristo bajo las especies de pan y vino en honor de su Eterno Padre.
3. m. Matanza de animales, especialmente para el consumo.
4. m. Matanza de personas, especialmente en una guerra o por una determinada causa. La revolución supuso el sacrificio de miles de vidas.
5. m. Peligro o trabajo graves a que se somete una persona.
6. m. Acción a que alguien se sujeta con gran repugnancia por consideraciones que a ello le mueven.
7. m. Acto de abnegación inspirado por la vehemencia del amor.
8. m. coloq. Operación quirúrgica muy cruenta y peligrosa. (¿?)

Pocas veces en mi vida he tenido la ocasión de comprobar, en carne propia, cuán cierto es que es mejor ser el amo de tu silencio que esclavo de tus palabras. En buena hora afirmé mi tranquilidad, vendí barata mi paciencia y dije guardar mi orgullo, que esto parece ser sinónimo de abrir las fauces de la permisividad, permitir que descarguen contra ti furias ajenas y dibujar en la espalda de tu dignidad la diana donde los dardos clavarán sus aguijones. Se confundió el apoyo con la sumisión, los ánimos con la humildad más humillada, las palabras de calma con insinuaciones para que te pisoteen.

Y lo mejor de todo, cuando aprietas los dientes y te niegas a que se descarguen las basuras sobre tu criterio, te echan en cara que todo aquello que dijiste no lo estás cumpliendo.

Pues para que no se diga que no cumplo mi palabra, mientras la marejada dure, amarraré mi barca en puerto tranquilo. Quizá, cuando pase el temporal, regrese a tus costas, pero hasta entonces, cada uno por su lado.

18 diciembre 2006

Hoy es el último lunes del año que contabiliza como laboral, con lo que los fines de semana de los próximos quince días durarán un poco más, en contraposición a las habituales vacaciones de las que solía disfrutar toda mi vida hasta este año, en el que se me acabó el chollo. Pero bueno, podría ser peor.

Retomé mi participación en Hipersónica, de la que salí con cajas destempladas hace una buena temporada y a la que me decidí a volver porque nunca le he perdido el gusanillo a escribir sobre música. Pero todo esto no son más que tonterías y no sé por qué escribo sobre ellas. Imagino que no tengo nada más que decir.

12 diciembre 2006

Sólo tengo que cerrar los ojos y los recuerdos atraviesan mis párpados en rápida sucesión. Buenos recuerdos, sí.

Aquella carrera bajo la lluvia, en plena tormenta de verano, cogidos de la mano en mitad de la carretera por San Miguel, aquel beso detenidos el tiempo y los ánimos bajo el agua.

Las risas que sembraron todo el camino desde mi portal hasta tu coche, resbalando sobre la nieve, con las manos y los abrigos blancos, las bolas volando hasta la espalda del otro, las carcajadas hasta la lágrima y las agujetas en la cara de tanto reír.

Aquella canción, el concierto de Celtas, el abrazo estrecho y tus lágrimas mojando mis mejillas, las palabras susurradas y las almas en conjunción perfecta.

Aquel día de Reyes y tú apareciendo por la puerta de tu casa cargado de... calcetines. El centro imposible y lo único que se te ocurrió fue aquello, esos calcetines con una cabecita de peluche de cerdito. Y a mí me pareció el mejor regalo que podían hacerme.

Hay veces que otros dicen mejor que tú lo que piensas, lo que sientas, y los descubres justo en el preciso momento.

Lithium, don't want to lock me up inside.
Lithium, don't want to forget how it feels without...
Lithium, I want to stay in love with my sorrow.
Oh, but God, I want to let it go.

Come to bed, don't make me sleep alone.
Couldn't hide the emptiness, you let it show.
Never wanted it to be so cold.
Just didn't drink enough to say you love me.

I can't hold on to me,
Wonder what's wrong with me.

Lithium, don't want to lock me up inside.
Lithium, don't want to forget how it feels without...
Lithium, I want to stay in love with my sorrow.

Don't want to let it lay me down this time.
Drown my will to fly.
Here in the darkness I know myself.
Can't break free until I let it go.
Let me go.

Darling, I forgive you after all.
Anything is better than to be alone.
And in the end I guess I had to fall.
Always find my place among the ashes.

I can't hold on to me,
Wonder what's wrong with me.

Lithium, don't want to lock me up inside.
Lithium, don't want to forget how it feels without...
Lithium, ...stay in love with my sorrow.
I'm gonna let it go.

¿Qué es ser malo?

Para mí alguien malo es aquel que se aprovecha de tus debilidades para hacerte daño. Alguien que, deliberadamente, te causa dolor, bien mediante palabras, bien mediante hechos. Pero desde luego, para ser malo hay que tener conciencia de que lo que estás haciendo molestará profundamente a la otra persona.

Ahora bien, ¿la maldad es compatible con otros sentimientos positivos? Porque obviamente, puede combinarse con envidia, celos, codicia, etc. Pero sus resultados son todavía más dolorosos de lo normal cuando recibes sus efectos por parte de alguien a quien quieres y que te quiere (aunque después de según qué cosas te planteas si esto realmente es así). Es entonces cuando la maldad cobra una nueva dimensión, la de dañar al ser amado. ¿El fin? Hacerlo sentir miserable; todo motivado, en la mayoría de las ocasiones, por el rencor. Hay personas a las que no puedes decir algo que no le guste, porque a partir de ese momento, todos sus esfuerzos se dedicarán a colocarte en la misma situación pero a la inversa en la que ellos se han sentido ofendidos, para devolverte tus palabras o tus actos cargados de la bilis del odio verde, porque de ese color son la envidia y el rencor, verde limo, verde venenoso.

Y tú te quedas pensando en cómo una persona es capaz de combinar maldad y amor a partes iguales. Y crees que hubiese sido mucho más agradable que te dijera lo que le había molestado, en lugar de afilar la cimitarra y alzar tu barbilla con una caricia para ver mejor por donde cortar.

11 diciembre 2006

De los señores con sillones de letras, esta vez con la "p"...

Perdonar
(Del lat. per y donāre, dar).
1. tr. Dicho de quien ha sido perjudicado por ello: Remitir la deuda, ofensa, falta, delito u otra cosa.
2. tr. Exceptuar a alguien de lo que comúnmente se hace con todos, o eximirle de la obligación que tiene.
3. tr. Precedido del adverbio no, u. para dar a entender que la acción del verbo que seguidamente se expresa o se supone, se realiza en todas las ocasiones posibles. No perdonar modo o medio de conseguir una cosa. No perdonar ocasión de lucirse. No perdonar un baile (asistir a todos). No perdonar ni un pormenor del suceso (referirlo ce por be).
4. tr. Renunciar a un derecho, goce o disfrute.
~ hecho y por hacer.
1. fr. U. para notar la excesiva y culpable indulgencia de alguien.


El otro día estuvimos en nuestra sesión de cine habitual. Con el final de verano y comienzo de la mejor estación del año (los alérgicos al polen me entienden, ¡arriba hermanos!) podemos volver a frecuentar las salas con algo menos de temor ante los títulos que allí se exhiben.

Así que tras quedarme con las ganas de ver La Dalia Negra, echamos un vistazo a la cartelera. Descartado el James Bond rubio, optamos por El perfume. Adoro todo lo que tenga relación con la Historia, bien sea la ambientación, bien los personajes o bien todo ello en una deliciosa conjunción. El caso es que la película se antoja algo estrafalaria. El libro tampoco me pareció ni ligero ni especialmente entretenido, con lo que iba algo más confiada en las expectativas de la película.

Pues, salvo los últimos diez minutos de película (demasiada lorza para mi gusto), la verdad es que sí que me gustó. El principio de la película ya te deja impactado y piensas "Jur, sí que te va a pintar bien, majo". El final es una fumada, una ida de olla o demás calificativos relacionados con el consumo de estupefacientes. Pero opino que no está bien dejarse guiar por el último regusto, sino por el sabor de boca conjunto.

Yo le daría un... siete y medio.

¿Por qué los celos son un tema tan recurrente en este sitio? Probablemente porque me atenacen cada cierto tiempo. Sí, soy una persona celosa. No me gusta que mi chico mire a una tía en la barra que está bailando como si el orgasmo ya fuera un hecho y me lo indique calmadamente. Sobre todo cuando la muchacha está de mejor ver que yo. No se trata de paranoias de que él me vaya a dejar por otra chica, bla bla bla. Tengo las cosas claras y no suelo dudar. No, de hecho no dudo de que él quiera estar conmigo.

Pero cuando el pasado sale de las cenizas en las que lo he convertido en tantas ocasiones, vuelven los recuerdos, las miradas fijas en las que se deja traslucir el odio por el dolor recibido, las caricias se convierten en lija y los labios en puñales de reproche. Encima, tengo que aguantar a los conciliadores que intentan que yo, la única que en todo aquello no hizo absolutamente nada para merecer lo que pasó, ande buscando la banderita blanca y el hacha de guerra para enterrarlo. Ese sí sé dónde está, clavado en mi espalda, de donde tuve que arrancármelo yo solita. Pero no para enterrarlo. Ni siquiera me tomaré esa molestia. Lo tiré y dejé que criara polvo, para soplárselo a los ojos en cuanto pudiera, a ver si esa bestia tiene alma y llora o sólo goza con el beneficio físico que la proporcionan todos cuanto tienen cinco céntimos en el bolsillo. Simbólicos, por supuesto.

Porque no se puede llamar puta a una mujer si no cobra por sus servicios, ¿no?

07 diciembre 2006

Odio cuanto te separa de mí.

Odio esos años de menos que tardaste en nacer. Odio que tu edad te separe de mis deseos.

Odio las obligaciones, la vida consecuente. Odio madrugar cada mañana sin tus ojos cuando los míos me gritan que te busque. Odio que estudies cada mañana. Odio esa carrera de tres años que nadie acaba en menos de cinco.

Odio los alquileres. Odio no tener dinero para poder irme de casa. Odio el dinero. Odio no tener dinero. Odio a la gente que tiene dinero. Odio las imposiciones familiares. Odio el miedo a "qué dirán mis padres". Odio las consecuencias.

Quiero vivir sin barreras, quiero vivir en mi anarquía organizada, arrastrarte a mi mundo y atarte a mi cama. Quiero cerrar los ojos a la realidad y vivir mi vida como yo quiero. Y destrozar con mis manos y una sonrisa los yugos de la sociedad hipócrita amputadora de alas juveniles.

La miré y parecía la imagen misma de la soledad retraída. Sentada en la barra de un bar de barrio, una cafetería insulsa, parada de la mediocridad y los sueños evaporados, miraba hacia la calle, cigarrillo entre los dedos, humeante, arrastrando con su estela los malos pensamientos. La cerveza sobre la barra, el vaso húmedo y la marca de unos labios agrietados, fruncidos por la mueca desalmada, rumiando entre los malos deseos y la acritud todo lo que quiso ser y se quedó en el éter.

Los ojos oscuros, enmarcados en cuencas más oscuras, se fijaban en un punto lejano donde se condensaba en una molécula la última pasada de largo de una vida sin esperanza, de un segundo que cambiara los ejes del reloj, de un momento en que las palabras abandonaron tenues una boca para zaherir un brote marchito.

Sentir siempre fue un error, y se culpa por el error ajeno fustigando una herida que ya sangra sola. Pero el dolor autoinflingido siempre se soporta mejor que el que no buscamos, que el que llama al rencor y la venganza, que el que torna mal aquello que un día fue pureza. Y da una calada mientras la ceniza desafía la gravedad, sola, como nunca debió de dejar de estar, y se viste con su manto negro para vagar entre los planos de una mentira, dejar su rastro en las comisuras de la boca y arrancar la sonrisa que otrora alegró alma, corazón y ser.

05 diciembre 2006

Lo peor de ser feliz un instante es lo jodidamente miserable que te sientes al segundo siguiente. Y tu desgracia habitual parece peor simplemente por ese momento de felicidad. Y crees que es tan absurdo como hacer que un ciego vea durante un minuto. Absurdo, miserable y cruel.

Sabes que realmente amas a una persona cuando eres inmensamente feliz al sentir su felicidad, sin que el motivo que la cause pudiera provocarte ese sentimiento de manera independiente.

Soy feliz cuando tú eres feliz, y te quiero.

Segunda parte de mis aventuras y desventuras con Rpgshop.com

Ayer, hastiada ya de enviar correos que nunca eran contestados y de postear en foros que no leía ni Magú, me decidí a llamar al número "gratuíto" que ofertaba la web para ver dónde coj***s está mi paquete, ese que tiene un nombre falso y una dirección correcta pero que soy incapaz de justificar.

Héte aquí que me avisa una voz de que el número es gratis si llamas desde los Estados Unidos, pero que los de fuera tenemos que aforar. Tal era mi grado de ansiedad que consentí en pagar la llamada internacional e intentar entenderme con un tío que todavía tiene que estar flipando. Tras explicarle mi situación, me dijo que mi paquete había sido enviado el día 19 de noviembre, y que por supuesto habían ignorado mis emails con el nombre auténtico para enviarlo con ese seudónimo estúpido que uso siempre.

Así que mi paquete anda por ahí perdido, ya han pasado 15 días (acabo de ver que enviaron el paquete un domingo :| ) y todavía no sé nada. El hombre que me atendió me dijo que intentaría escribirme un email hoy para darme el número de envío del paquete y saber al menos si está ya aquí esperando en la oficina de correos.

Pero esto es toda una odisea... ¡y habrá más partes!