28 octubre 2007

Desnuda

Miranda


Hay días en los que todo parece perder el poco sentido que habitualmente tiene. Desnudas tu alma, expones tus sentimientos, dejas traslucir tus esperanzas, y la escarcha entra dentro de esa pequeña hura donde has escondido todo lo perecedero, todo lo vulnerable, para besar con su caricia desoladora aquello que querías proteger a toda costa.

El cambio de hora me ha atrasado el reloj, la sonrisa y la canción, y ahora voy desacompasada, a un ritmo que no tiene pulso y a un tiempo que no consigo alcanzar. Me pierdo entre reproches que no comprendo y miradas que no interpreto, entre caricias que no rozan mi piel y besos que no llegan a nacer. Y añoro las sonrisas inocentes, los abrazos silenciosos, los cariños inesperados, las pupilas fijas en un punto conocido, la anatomía del deseo impaciente. Ahora no sé dónde me dejé todo aquello, o si haciendo limpieza lo tiré a la basura. Ahora me toca escarbar entre las desdichas para encontrar una felicidad que hace mucho que no es inmaculada.

Qué bien lo dijo el maestro Sabina, qué más puedo añadir.

Este adiós, no maquilla un "hasta luego",
este nunca, no esconde un "ojalá",
estas cenizas, no juegan con fuego,
este ciego, no mira para atrás.
Este notario firma lo que escribo,
esta letra no la protestaré,
ahórrate el acuse de recibo
estas vísperas, son las de después.
A este ruido, tan huérfano de padre
no voy a permitirle que taladre
un corazón, podrido de latir
este pez ya no muere por tu boca
este loco se va con otra loca
estos ojos no lloran más por ti.


Escuchando

Nos Sobran Los Motivos - Joaquín Sabina

No hay comentarios: