Matar a un ruiseñor
¿Qué se te pasa por la cabeza cuando decides matar a un ser inocente, que no tiene posibilidad alguna de defenderse de algo que no sabe que le va a pasar? ¿Qué razones te das a ti mismo para convencerte de que su muerte es lo mejor, que es por el llamado bien común? ¿Y cómo vas a aguantar ver pasar por delante de tus ojos la vida que le has arrebatado, la vida que podría haber tenido, el resto de los días de la tuya?
No has obtenido las respuestas que esperabas, ni las reacciones que necesitabas, y todo se tiñe de una incoherencia abominable. Los segundos pierden su sentido, y luchas contra todos tus instintos para imponer la razón y no el sentimiento. Y sabes que hagas lo que hagas, da igual, porque te estás equivocando. Aquí no hay bien común, aquí sólo hay el menor de dos males.
2 comentarios:
Oh. Espero que no hayas matado a nadie...
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