Hay personas que me conocen (o dicen conocerme) y ninguna dirá que soy fácil ni sencilla. Yo no digo serlo, al contrario. Tengo un carácter complicado pero intento que los demás me entiendan explicándoles las cosas que más me molestan una vez, dos veces, las que haga falta.
Pero a la enésima vez, ya se me hinchan los órganos reproductores masculinos. Hay algo en concreto que me saca de mis casillas, y es que la gente me coma la oreja diciendo que va a hacer algo que a mí me pueda interesar/gustar, y luego de lo dicho nada. No entiendo quién les mete los dedos en la boca para que digan una cosa u otra, desde luego yo no lo hago. Así que actúan libremente, me dicen una cosa que no hacen y se quedan tan anchos. A sabiendas, por supuesto, de que esta actuación me enerva totalmente. Pero eso sí, luego soy yo la mala por enfadarme por "tonterías".
Pues para mí no lo son y lo dejo bien claro siempre, intentando que no se repitan. Pero siempre hay alguno por ahí con memoria de pez que no es capaz de discernir lo que hace de los recuerdos que le dictan que quizá la esté cagando.
Una vez más.
25 noviembre 2006
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