11 diciembre 2006


El otro día estuvimos en nuestra sesión de cine habitual. Con el final de verano y comienzo de la mejor estación del año (los alérgicos al polen me entienden, ¡arriba hermanos!) podemos volver a frecuentar las salas con algo menos de temor ante los títulos que allí se exhiben.

Así que tras quedarme con las ganas de ver La Dalia Negra, echamos un vistazo a la cartelera. Descartado el James Bond rubio, optamos por El perfume. Adoro todo lo que tenga relación con la Historia, bien sea la ambientación, bien los personajes o bien todo ello en una deliciosa conjunción. El caso es que la película se antoja algo estrafalaria. El libro tampoco me pareció ni ligero ni especialmente entretenido, con lo que iba algo más confiada en las expectativas de la película.

Pues, salvo los últimos diez minutos de película (demasiada lorza para mi gusto), la verdad es que sí que me gustó. El principio de la película ya te deja impactado y piensas "Jur, sí que te va a pintar bien, majo". El final es una fumada, una ida de olla o demás calificativos relacionados con el consumo de estupefacientes. Pero opino que no está bien dejarse guiar por el último regusto, sino por el sabor de boca conjunto.

Yo le daría un... siete y medio.

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