20 mayo 2008

Cúmulo

Y eso es lo que realmente siento. Un cúmulo de sensaciones más o menos agradables, una suma de recuerdos más o menos afortunados que evocan una serie de sentimientos más o menos hermosos.

Me gustaría intercambiar posiciones, poder prestar mis pupilas para que otros vieran como yo veo, ofrecer mi cabeza para pasar un rato en ella y ver mi perspectiva de las cosas. Sé que a veces peco de ingenua, o de exigente, o de ambas cosas a la vez. Sé que cambiar no es fácil, al contrario; sé que darse cuenta de que hay planteamientos erróneos o, mejor dicho, perspectivas viciadas o irreales en tu vida y que afectan a otras personas es muy complicado. Pero la esperanza es a lo que me aferro. Me aferro a que un día se caigan los velos de los ojos y pueda más el deseo que la pereza o la desidia.

Aunque, tal y como están las cosas, tengo la impresión de que pido demasiado.

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