Nuevo trailer de Twilight
¡¡Sí!! ¡¡Hay beso!!
Y a ver si dicen si adelantan aquí también la fecha de estreno, que esto es un sinvivir...
Cierren la puerta al salir...
¡¡Sí!! ¡¡Hay beso!!
Y a ver si dicen si adelantan aquí también la fecha de estreno, que esto es un sinvivir...
Paranoia de Kaoru a las 7:30 a. m. 3 dijeron...
Hay gente que es auténtica y verdadera chusma. Que no se merecen ni que les escupas al pasar por la calle.
Son personas que se dedican a insultarte gratuitamente, cuando hace meses que saliste de su vida. Personas que no son capaces de continuar con lo suyo, sino que se quedan anclados en el pasado y se dedican a intentar llamar tu atención con insultos y estupideces.
A veces lo consiguen. Diría que conmigo no es complicado, tengo el pronto rápido y la palabra todavía más. Consiguen que me apetezca presentarme delante de ellos y soltar la mano y la mala hostia que me generan.
Pero luego me voy enfriando y me doy cuenta de que no son más que desgraciados sin personalidad cuyo único fin en la vida es tratar de llamar la atención de los demás. Gente sin capacidad de evolución que se queda adherida al pasado y cuya vida es tan triste que no consiguen disfrutar de lo poco bueno que, imagino, tendrán. Prefieren seguir dándose de cabezazos, intentando convertirse en protagonistas intentando atacarte simplemente porque un día consiguieron serlo de la misma manera. Pero cuando tú sales de escena, sus horas se vuelven tan grises y lamentables que no pueden hacer otra cosa que intentar llorar para ver si vuelves.
Esta vez casi caigo. Hasta pensé en ir y confrontar cara a cara. Pero esta gente no se merece ni que les des la oportunidad de expresar su poco elegante opinión sobre tu persona. Básicamente, porque ni siquiera se atreverían. ¿Y para qué darles la ocasión de volver a tener un mínimo de importancia? Es mucho más divertido ver cómo se arrastran en sus vidas miserables y anodinas.
Paranoia de Kaoru a las 10:23 a. m. 11 dijeron...
Sobre Estúpidos, Gilipollas, Personal
¿Qué se te pasa por la cabeza cuando decides matar a un ser inocente, que no tiene posibilidad alguna de defenderse de algo que no sabe que le va a pasar? ¿Qué razones te das a ti mismo para convencerte de que su muerte es lo mejor, que es por el llamado bien común? ¿Y cómo vas a aguantar ver pasar por delante de tus ojos la vida que le has arrebatado, la vida que podría haber tenido, el resto de los días de la tuya?
No has obtenido las respuestas que esperabas, ni las reacciones que necesitabas, y todo se tiñe de una incoherencia abominable. Los segundos pierden su sentido, y luchas contra todos tus instintos para imponer la razón y no el sentimiento. Y sabes que hagas lo que hagas, da igual, porque te estás equivocando. Aquí no hay bien común, aquí sólo hay el menor de dos males.
Paranoia de Kaoru a las 7:17 a. m. 2 dijeron...
Sobre Personal
Hay pocas cosas que generen tanta ansiedad y angustia como mantenerte apartado voluntariamente de la persona que amas.
Y saber que existe la posibilidad de que tengas que hacerlo el resto de los días de tu vida.
Paranoia de Kaoru a las 1:38 p. m. 1 dijeron...
Paranoia de Kaoru a las 8:12 p. m. 1 dijeron...
Esperaba que, tarde o temprano, esto sucediera. Porque no terminaba de creerme que una ruptura pudiera resultar tan amistosa, tan llena de cariño por ambas partes, a pesar de que fuera decidida de manera unilateral.
Tenía la sensación de que, algún día, se acabarían las sonrisas, los guiños, los gestos de comprensión y las palabras de consuelo. Y vaya si ha sido así. Y el motivo, o al menos la yesca que ha prendido todo este asunto, ha sido mi post anterior.
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Reconozco que, cuando las cosas se me tuercen, no soy la alegría de la huerta. Pero esta vez quería hacer un esfuerzo por sobrellevarlo bien, por intentar que todo resultara de la manera más suave posible, si es que era posible que fuera suave de alguna manera.
Pero como estoy bien, dentro de lo que cabe, determinada a no quedarme en casa llorándole, a no acosarle a llamada limpia o a mensaje intempestivo, a no suplicar que me permita retirar mis palabras... Parece que el juego cambia. Porque me parece mucha coincidencia perder de repente la esperanza de poder volver a tener algo así sin más, después de leer un post. Simplemente no me cuadra.
¿Y qué pasa cuando intentas aclarar que es mejor que estés bien, porque estar mal no lleva a ninguna parte? ¿Cuando intentas hacer ver que todo lo hablado sigue en pie? ¿Cuando intentas dar una esperanza a la que aferrarse? Que te reprochan que no han pedido nada de ese consuelo y que, resumiendo, puedes irte a cagar.
Quizá hace unos meses sí habría perseguido la conversación, el aclarar las cosas, el intentar dejarlo todo arreglado. A día de hoy, eso ya no es mi responsabilidad como pareja. Me gustaría que lo fuera como amiga, pero no voy a volver a meterme donde no me llaman. Que luego salgo escaldada.
Pero me deja un regusto triste y amargo. La tranquilidad se ha empañado un poco.
Paranoia de Kaoru a las 4:19 p. m. 4 dijeron...
Sobre Personal
Últimamente mi vida ha sido un torbellino de sentimientos y sensaciones contradictorias. Pena, alegría, alivio, angustia... Quizá lo único común a todos ellos ha sido la mesura con que los he experimentado. Lejos de mis arranques exacerbados, he de decir que me siento en un equilibrio bastante agradable. Parece que soy capaz, por una vez, de manejar lo que se me pasa por la cabeza en lugar de dejar que mi carácter extremista tome el control.
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No es que no haya hecho un esfuerzo porque esto sea así. Racionalizar todo lo que he hecho estos días atrás me ha ayudado a ver las cosas mucho más claras, eso, y la distancia que puse con la principal fuente del problema. Cuando te vas a otro país, a tantos kilómetros de distancia y vives nuevas experiencias, conoces gente y hablas, café tras café, con alguien que comprende tu punto de vista y que está llena de empatía, te das cuenta de que es hora de que te quites esa manta que hace unos años te habías liado a la cabeza sin pensar demasiado, para ver que lo que estás haciendo no tiene ningún sentido para nadie.
Porque en la balanza de las relaciones, el déficit suele ser peligroso. Y cuando los números rojos aparecen, lo mejor que puedes hacer es cancelar la cuenta o invertir. Yo me apliqué la segunda opción durante mucho tiempo, hasta que me di cuenta de que el descubierto era mayor de lo que creía, y que se se estaba llevando más de lo que me daba. Ahora, con todo a cero - o cerca de estarlo, poco a poco, desde el negativo -, las cosas están mucho más tranquilas. Me siento más libre y relajada de lo que me había sentido en años, sin la presión de una discusión futura o pretérita, sin el miedo a una palabra mal interpretada o a un desprecio hiriente. Lo bueno también se echa de menos, claro está, pero es tal la calma tras haber borrado de un plumazo todo lo malo de mi vida, que no puedo evitar ir a los sitios con una sonrisa, tomarme una cerveza con gente nueva mientras hablamos de las camisetas Merc o de si quiero meterme en un grupo a tocar los teclados.
Poco a poco me voy quitando las telarañas de los usos sociales - reconozco que he sido bastante huraña, pero hace tiempo que eso ya no es así - y lo único que quiero es conocer gente, pasármelo bien, reirme, beber, bailar, cantar, gritar, saltar y aprender a hacer el pino.
Paranoia de Kaoru a las 11:12 a. m. 4 dijeron...
Sobre Personal
Tengo muchas dos fobias bastante extrañas e incómodas. Una de ellas es el pánico a que se caigan las cosas al suelo. No puedo soportarlo. Es ver cualquier objeto inanimado en el aire, camino de estrellarse contra las baldosas, y se me para el corazón. Me sudan las manos y se me acelera el pulso como loco. Si tenemos en cuenta que soy genéticamente patosa y que mi torpeza inspirará el género épico del futuro, digamos que esta pequeña alteración es una gran putada. No me río cuando la gente se cae por la calle, para mí es un sinvivir ver a alguien tropezar, y si es alguien que conozco, directamente escupo la aorta por la boca.
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Mi otra fobia es bastante peor, ya que se combina con otro de mis defectos. Tengo pánico crónico a perder cosas. Y soy un despiste andante. Con lo cual, basta sumar dos más dos para darse cuenta de que la mitad del tiempo me la paso pensando en si se me habrá olvidado algo y, por supuesto, acojonada por el hecho de que haya sido así. Esto ha hecho que desarrolle una serie de tics exclusivamente destinados a que no se me olvide nada, como dar una vuelta a la puerta de la calle para recordar, al salir, que tengo que coger las llaves. Espero que no se declare un incendio en mi apartamento, o la próxima vez escribiré con un 80% de quemaduras de tercer grado.
En fin.
Otro día os hablaré de mi extraña relación con los reptiles, más concretamente con los ofidios.
Paranoia de Kaoru a las 4:24 p. m. 2 dijeron...
Paranoia de Kaoru a las 10:26 p. m. 0 dijeron...